martes, 15 de septiembre de 2009

Independencia mexicana 2009

5:20am

Dentro de unas cuantas horas millones de mexicanos, en México y al rededor del globo estarán festejando la independencia del país.

Mañana, 16 de septiembre, hace 199 años que el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla declaró a viva voz y forzado, pues el plan secreto ya se conocía... la independencia de México.

Importante es recordar que la independencia mexicana probablemente no se hubiera llevado a cabo (por lo menos en esas fechas) de no haber sido por la invasión francesa a España, y fue esa invasión la que produjo una serie de incomodidades para los españoles e hijos de españoles en México, el virreinato sufrió una crisis puesto que Napoleón insistió bélicamente en poner en el trono español a su hermano, José Bonaparte.

La crisis en México fue tal, que los españoles e hijos dudaban quien reinaba España, por supuesto el rey español ya había cedido el trono y España resulto ser entonces una colonia francesa.

La independencia de México resultó ser planeada y ejecutada en un principio por los propios españoles (a quienes muchos, a mi parecer erróneamente, hoy acusan de la desgracia del país) para entonces ejercer un nuevo régimen en México, independiente de Francia, país que obviamente comandaba toda clase de tropas del ejército español y contra ellos hubo que luchar.

Hoy y desde hace muchos años existe una crisis que no afecta a españoles, existe una crisis que merma la economía, derechos y libertad de los mexicanos.

México se encuentra sumido en la pobreza, en el escándalo, en la perturbación de los derechos, en el ajetreo y manipulación de leyes, México es un país grande, gigante, de riquezas naturales y culturales, tanto que pocos países pueden presumir a gritos y al rededor del planeta lo que posee, pero eso no importa más.

Sufrimos el peso de pésimos gobiernos, sentimos la presión de las aguas de los 7 mares sobre nuestras cabezas, y hay quienes lo soportan más y prefieren seguir engañados, pero tarde o temprano esa presión terminará por reventarnos a todos.

Por desgracia, maldita desgracia...

México hoy no es independiente, es dependiente del Banco Monetario Internacional, de la caridad de la Organización de las Naciones Unidas, de las absurdas y estúpidas necesidades del gobierno de los Estados Unidos de América y de sus absurdas certificaciones, las que han hecho que ahora el gasto en armamento militar se haya disparado tanto que jamás en la historia había sido siquiera cercano a lo que ahora es, dependiente también de la búsqueda de tratados de comercio con países que a leguas se ve nos sacarán una ventaja tremenda por todas partes, dependiente de gobiernos mentirosos, dependiente de promesas de políticos lujuriosos por poder, México es dependiente de cualquier cosa, palabra o alucinación que nos mantenga en la utopía y en la ceguera.

México no es independiente, se celebrará y conmemorará un año más de aquellas batallas enormes que terminaron con un poderío y una ocupación europeos en México de más de 300 años, pero no habrá otra cosa que celebrar. Igual que cada año veremos por la televisión, en los centros, zócalos y plazas de armas de cada entidad del país a un gobernante en el que nadie cree, le escucharemos gritar, gritar por la justicia, por la libertad, por los héroes que nos dieron patria, por el futuro prometedor y por todas las mentiras que durante por lo menos una semana ha venido puliendo para que la gente, por ese lapso de tiempo que dure el gobernante en un balcón... le crea.

Y habrán de emborracharse millones también, con la esperanza de que el alcohol les haga pasar esos buenos ratos que durante todas y cada una de las semanas de cada año viene deseando, para darse cuenta en la cruda, la cruda realidad que nada ha cambiado, que los que gritaron por la patria son los mismos que la hunden cada minuto más y más, en el hoyo que ahora parece abismo.

Celebremos por aquellos tiempos, por la gente que pensó que esta tierra sería la tierra prometida, por quienes por una o varias causas creyeron en mejorar, por quienes desearon y consiguieron separarse de un país al que no consideraron el suyo, para dar paso a uno que creyeron sería un hogar. Celebremos aquellas viejas ideas que se convirtieron en realidad por quienes a pesar de haber tenido, seguramente, miedo, se levantaron y gritaron ¡ya no! gritaron sus almas y sus cuerpos les obedecieron, ahora... ¿Tú te atreves a gritar?

Yo no me atrevo, por lo menos no hoy, después no lo se, pero no celebraré el presente ni el futuro inmediato, tampoco celebraré mi cobardía, debería levantarme como aquellos señores y señoras que carecían de tierras y alimentos, justo como ahora, pero que poseían un alma dura y sin corromper, debería hacerlo, pero no me atrevo, hoy también hay hambre, miseria, rencor, miedo, frustración, pero ya nos han quitado las fuerzas para luchar por algo mejor, nos las robaron, y nadie recuerda cuando pasó ¿cuando carajos pasó?

Amo tanto a México que durante casi toda mi vida, siendo aún un joven, había gritado y celebrado, pero hoy tanto me han cambiado las cosas y las causas que hoy no será igual. Amo tanto a este país que detesto con el alma a quienes lo sumen y a quienes corrompen, y a quienes nos doblan. Amo tanto a México que por él no gritaré esta noche.

Me he preguntado desde hace algunos años, pocos, siendo honesto:

¿cómo se atreven los gobernantes a insultarnos de la manera en la que lo hacen al gritar por México y por un futuro prometedor?

¿cómo hacen lo que hacen ante millones de personas?

¿estará tan podrida su alma y su mente que durante esos minutos que le gritan al pueblo junto a una campana, desean sentir y robar la gloria de aquellos que en verdad nos dieron patria?

México es dependiente de organizaciones que se hacen llamar " Fundaciones de caridad" para que prostituyendo el dolor de familias y gente, que si, es verdad, sufren, tomen dinero de nuestras alcancías, de esas de cochinito tradicional, en donde se ha ahorrado un poco durante mucho, mucho tiempo para las vacaciones, para la inscripción al colegio, los útilies escolares, y de no haber ahorro, como seguramente será en millones de casos, pues tomar el dinero de nuestros bolsillos, dinero que han robado, como dije, aprovechando el dolor y sufrimiento de muchos, para empobrecer a otros, y entonces, incrementar el patrimonio de empresas y personas, México, México, México es dependiente de esas mentiras, de esos abusos y trucos, porque cualquier cosa que se venda y que al parecer nos haga sentir mejor, será comprada, pero daremos vuelta a la página, y entonces veremos que los que están mal, por desgracia siguen mal, y que los que donaron pues compraron de nueva cuenta, otra vez...

Una maldita mentira, porque todos deseamos sentirnos mejor.

Amen mexicanos a México, amemos mexicanos a los mexicanos, amemos al pueblo y sus costumbres, pero ya no cerremos más los ojos, ya no cumplamos los deseos de aquellos que durante máximo 6 años se enriquecerán tanto que desearán y podrán vivir fuera del mismo país al que saquearon, porque ellos, esos putos gobernantes son los primeros en darse cuenta de el daño que causan, y de las enfermedades de un país llamado México.

¿Qué haré? Seguramente, como millones me voy a emborrachar, pero prometo no gritar y no festejar a quien de el grito de independencia, mientras lo hace, prometo sumirme en una plegaria y oración por todos nosotros, hasta por ellos a quien tanto detesto, por el país y por la fuerza que nos hará falta, falta hasta que alguien llegue convencido y honradamente a cambiar las cosas para bien, simplemente para el bien del pueblo mexicano, la tierra, los bosques, las selvas, los mares y desiertos. Alguien por el bien y para el bien de México.

Salud!

Daniel Bonifaz
Ciudad de los Palacios (robados)
15 de septiembre de 2009

viernes, 4 de septiembre de 2009

Al desconocido:

Al desconocido:


Y despertó,
miró que en su cama no lo acompañó ni su memoria,
y se levanto con el pie derecho,
olvidando que la vida le arrebató los pasos,
dispuso su alma en el rezo matutino,
dispuso lo último que poseía.

Buscaba alimento para el coraje en la alacena,
sólo encontró restos de una vida a medio vivir,
un ratón que la comía y un elixir caduco...
para morir.

Fumó de eso que muchos llamaban aire,
para él no era más que un vicio,
que desearía haber dejado tiempo atrás.

Las nubes pintaban apenas un poco,
los rayos alumbraban su día,
el sol quemaba sus ojos,
no existo más, insistía.

Descubrió que sus manos le seguían,
que su cabello se movía,
que las uñas de sus manos aún crecían,
la saliva amarga recorría su garganta,
que los cantos y voces se escuchaban,
que las sombras lo miraban,
descubrió que seguía vivo,
y se consumió en un grito.

Solemne silencio vino después,
recorriendo su mente se encontraba,
cicatrizando sus recuerdos,
volverse nada en verdad esperaba.

Buscó al amigo infiel,
se topó con la sangre de parto de aquel día,
alumbramiento,
buscó a su alma gemela,
encontró un fusil cargado,
balas de hambre nada mas,
pensó en lo que añoraba,
y recordó que nada había tenido.

La tarde se pintó de gris, obscuro,
aún la luz rayaba partes de su andar,
su corazón luchaba por descansar,
en una batalla interminable,
en una vida que sintió que cada día
desgarraba más sus entrañas,
en una vida de deseo,
de polución animal,
de sueños inimaginables.

Y en la noche temprana,
pagó por mujeres y sus sabores,
pagó por eyaculaciones mentales,
y le pegaba a una,
acariciaba a otra,
lloraba con unas cuantas,
y con otras la risa apenas se asomaba,
no encontraba el camino a casa,
no reconocía la satisfacción,
no sabía que es vivir,
no sabía como morir.

Cogió unos billetes,
que de labores sin sabores le habían dejado,
tomo la mano de ella, y de otras cuantas,
y pagaba con la misma moneda,
con la que a él le habían pagado.

Nunca se ha sentido vivo,
no tiene recuerdos felices,
se ha sentido solo en su existir,
y sus plegarías nunca se han concebido,
sus razones no encontraba,
sus quejas desaparecían,
sus oídos como de costumbre no le escuchaban,
y sus dioses perecían.

Cansado regresó a casa,
vistió su mejor ropa de sueño,
alimentó de nuevo el hambre,
esperando una vez más...
morir satisfecho,
apago la vela que lo alumbró,
se tapó cómodo, acomodó sus ideas,
esas que ya no le sobraban,
cerró los ojos y encontró la obscuridad que le sentaba bien,
pensó en ella durante un tiempo,
sólo lo hizo durante su vida entera,
por fin decidió quedarse en ella,
ser su amante eterno.

No despertó de nuevo,
no, ya no mas,
sus plegarías se habían escuchado,
durante la noche sintió alejarse del cuerpo,
ese que tanto tiempo había odiado,
ni ganas de despedirse le dieron,
se dejó ir, a la obscuridad sin sombras,
sin luces ni colores,
sin ruidos ni sabores,
sin música ni decepciones,
antes de olvidar se sintió aliviado,
por fin el útero hiperpoblado había dejado.

Se encaminaba a la soledad,
esa que tanto tiempo había esperado.

Muerto está ahora, ni uno lo recuerda,
nadie nunca le ha llorado,
su cuerpo se experimenta,
sus vísceras alimentan el porvenir de estudiantes,
lo que resta se ha cremado,
así,
tal cómo él siempre lo había soñado.

Murió el hombre,
que por su nombre nunca fue llamado.


Danny
C.D.L.P.
4 de Septiembre, 2009