lunes, 18 de mayo de 2015
Helena
Fue cuando Helena corrió,
su vida dependía de ello, sintió.
La perseguía, cuchillo en mano;
jamás le perdonaría la traición.
Josue ya había probado el acero en su cuello,
desnudo y en éxtasis, como Fidel lo encontró.
Ella se topó con el borde del puente,
furioso el río corría, treinta metros abajo;
prefirió lanzarse al agua y rocas, que sentir su enamorada sangre
recorrer el contorno de su cuerpo,
pintando su blanca piel.
Fue encontrada un kilómetro, río abajo,
desfigurada y fría.
De Fidel nunca se supo más.
DBCI
15/10/14
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