martes, 4 de noviembre de 2014

¿Por qué ser policía? Y ¿Cómo dejar de sufrir por ello?

¿Por qué ser policía? Y ¿Cómo dejar de sufrir por ello?

A pesar de que desde hace muchos años se les llama "cerdos" (y de muchos otros modos más), también de que se les sabe corruptos, mafiosos, abusivos, desagradables, traficantes, incultos, bestias, despreciables, secuestradores, etc., ¿por qué usted decidió fungir como policía?

Señor policía: Suponiendo que tuviera una tradición familiar, en la que generación tras generación tiene miembros en los cuerpos policiacos; o que fue el único trabajo en el cual la paga resultó "más o menos decente"; quizá porque simplemente le gusta ser autoritario, o le gustan las armas; o que probablemente crea tener verdadera vocación de servicio a la ciudadanía; le guste pensarse "respetado", y/o muchas razones más (todas erróneas, por supuesto)...

Y que a pesar de estar al tanto de los abusos que le cometen los personajes policiacos de mayor rango a los de menor, pidiéndoles "cuota", o que les obligan realizar tareas que nada tienen que ver con la procuración de la seguridad pública, y que ahora (ya bien sabido por todos, sin lugar a dudas), o desde siempre (mejor dicho), le ordenen asesinar gente inocente; inocentes como los estudiantes de la Escuela Normal Rural "Raúl Isidro Burgos" (por citar el evento más reciente y atroz) quienes inconformes por un sistema pútrido (al que usted pertenece y alimenta) decidieron alzar la voz en contra de un régimen injusto, decida ser policía o continuar siéndolo... Es un enfermo mental. 

Si en algún momento confió que los exámenes de control y confianza que usted acreditó "satisfactoriamente" para desempeñar el puesto por el cual le pagan, le convierten en una persona "confiable", piense antes y, recuerde que esos exámenes fueron desarrollados y aplicados por gente más enferma que usted (no se sienta aliviado al saber que existe gente más enferma que usted pues la enfermedad es la misma, pero en peores condiciones).

¡Piénselo bien! No puede existir otra explicación, usted está definitivamente enfermo. Para ser policía debe existir un problema mental, un desequilibrio bioquímico severo, profundamente incrustado, quizá heredado; porque a pesar de saber que será maltratado laboralmente, mal encarado por civiles, no respetado por el pueblo en general ni por su propia familia y, que a pesar de ello ponga su vida en peligro por míseros pesos, que esté dispuesto a acatar todo tipo de orden con tal de no ser despedido, de permitir que su criterio sea castrado y que le laven el cerebro a tal nivel que se piense orgulloso del "servicio" que hace... ¡Es usted un enfermo!

También podría decirse que a algunos sujetos ni se les nota la enfermedad y por ellos (los asintomáticos) es que muchas personas creen injusto juzgar a todos por "unos cuantos", pero a pesar de no existir evidencia actual de síntomas en ellos, la enfermedad se desarrollará, inevitablemente, pues cuando se ha incubado el virus Policía en el cuerpo no hay persona que sea inmune a él. 

Señor policía, su enfermedad no es curable; la avaricia sumada a la corrupción, mezclada con el gusto y deseo desenfrenado por el poder, incrementado por el placer de creerse superior a los demás, de sentirse seguro al portar armas frente a la gente indefensa, no tiene cura. Los afectados por esa enfermedad, enfermedad llamada: Policía, contagian a otros débiles mentales (que desgraciadamente abundan), sumando cada vez más personas a sus filas, extendiendo así la Policía a más y más individuos, que desde antes y, obviamente (aparte de la debilidad mental como la de usted) ya vivían con algún problema, en muchos casos ya diagnosticado psiquiátrica o psicológicamente, que avanzó tanto hasta convertirse en Policia. Usted, individuo de las filas del "orden y la ley" padece una enfermedad médica, clínica y socialmente incurable; la temible Policía. La Policía no tiene vacuna ni medicamentos para el enfermo, ni paliativos para el pueblo, pero tampoco es causante de lástima y/o compasión; lo que usted padece, señor policía, es repulsivo, repulsivo como el perro rabioso al que nadie quiere acercarse; usted es, de hecho, más repulsivo que la rata de alcantarilla bañada de heces humanas.

Así pues, la respuesta a la pregunta, ¿por qué ser policía?:
Porque usted está irremediable y mentalmente enfermo.

Pero ¡siéntase tranquilo que hay buenas noticias! Ahora esa enfermedad es controlable, tratable hasta tal punto que los síntomas sean, incluso, inexistentes; pero para ello sólo hay dos tratamientos, y el enfermo, o sea usted, cerdo policía, debe tener ganas de curarse y seguirlos al pie de la letra:

¿Cómo dejar de sufrir por ello (y no morir en el intento, o morir para dejar de sufrir)?

1.- Renunciar inmediatamente a los cuerpos policiacos y a todo aquel trabajo relacionado con procuración de "justicia" y seguridad pública.

Ó, si el primer tratamiento no es de su agrado o no le funciona:

2.- Suicídese, ¡dese un tiro un la cabeza! Para ello siga los siguientes pasos:
a)Tome su arma, previamente cargada (NO calibre .22)
b)El arma debe esta limpia (su salud no nos importa, pero queremos que funcione correctamente y a la primera, para que no nos sobreviva y no nos cueste más impuestos su tratamiento de salud).
c)Póngase de pie (no se siente, queremos que su muerte sea lo más dramática posible).
d)Meta el cañón en su boca, colocándolo a 80* en relación al suelo, para que apunte hacia la dirección contraria a sus ojos (para que me entienda: "los suyos de usted", no sea idiota). Si no sabe cómo calcular los grados, imbécil, pida ayuda a su ser más querido, su propio hijo (si lo tiene) estará feliz de terminar con su enfermedad. 
e)Asegúrese haber quitado el seguro (valga la redundancia).
e)Tome el arma como acostumbra; empuñando la cacha y, colocando firme y decididamente su dedo índice en el gatillo (poner atención en la posición indicada en el paso c).
f)No rece ni diga plegarias, usted no merece perdón divino, no pierda tiempo en ello, "en caliente ni se siente".
g)Finalmente: jale fuertemente el gatillo.

Cometiendo suicidio, usted hará (por fin) uso de ese sentimiento arraigado por servir al pueblo que tanto presumió, al matarse no contribuirá más en la expansión de esa terrible enfermedad, la Policía, brindando entonces un verdadero bienestar a la población. Algunos (enfermos) hasta lo llamarán "héroe".

Gracias y hasta nunca, cerdo policía. 

D.B.C.I.
Ubicación desconocida 4/11/14





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