Quizá tarde o temprano todos me den la razón, ya llevo unos cuantos años gritándolo; México es un país podrido, sin buen futuro, de asesinos y fascistas. Es un país al que mejor le haría un centenar de bombas atómicas, aniquilándonos a todos, que seguir esperanzados a que cambien las cosas. Si se sabe que un marido golpeador será siempre un marido golpeador ¿por qué creer que un país de gobiernos asesinos dejará de serlo?
DBCI
QRO, 6/10/14